miércoles, 5 de octubre de 2011

Yo, soy maceta.

- Lo sé, vale. Tío sí, es una utopía y toda esa mierda, ¿Vale? Pero imagínate un mundo perfecto en el que cada persona sobre la faz de la tierra tuviera una bala. Tiene el poder de decisión de matar a quien quisiera... ¡Legalmente! ¿Vale? Cuando gastas tu bala, no puedes matar a nadie más. Esto implicaría una serie de cambios drásticos; no habría guerras por ejemplo, porque, tendría que haber soldados que no podrían matar a más de uno. Sería una guerra estúpida. Los políticos tendrían que tener infinitamente más cuidado, tío, cuando salieran a dar un mitin porque se están jugando que cualquiera pueda salir y decir: ¡Voy a gastar mi bala contigo! Se cortarían mucho más de mentirte. Si. Sería como las abejas, que sí te pican, tienen que decidir y tener muy claro que te van a picar, porque no van a poder volver a hacerlo.
- ¿Eso es un mundo perfecto?
- Mmmm, casi...
- No me convence.
- ¿Por?
- Me faltarían balas.
- Tanto gilipollas y taaaan pocas balas.
Hola. ¿Mucha novedad en mi ausencia? Espero que no, que luego, pierdo el hilo de vuestras vidas y  bastante tengo con perder el hilo de la mía. Me explico, os explico. Queda muy poco para que ya hayan pasado 365 días más desde que nací. Si lo pensáis, menuda tontería esto de los años ¿no? No creo que yo vaya a ser más mayor y más madura, o vaya a tener más capacidad para conducir o decidir presidente solo porque el sol se haya puesto x número de veces  (no me apetece calcular cuántos días habré vivido cuando tenga 18 tacos) desde que yo llegue al mundo. Pero bueno, de esto ya hablaré otro día. Que si no me voy por las ramas y no puede ser. De verdad, no tengo remedio, siempre empiezo hablando de una cosa y acabo con otra totalmente distinta. Pues eso, ahora sí que sí, vuelvo al tema. Como os decía ya que da poco para mi cumpleaños y he estado pensando en este último año. Ya sabéis, lo típico. Ha sido un año raro la verdad. Empecé mis 15 años rodeada de gente más pequeña que yo. Es lo que tiene pasarse un año sabático, luego, pasa lo que pasa. Es algo de lo que me arrepiento muchísimo. Es horrible. Es tener la sensación día a día de que has echado un año de tu vida a la basura. Pero bueno, ya no hay más remedio. Solo me queda apechugar con lo que hice y tirar para delante. A mediados de curso, ya empecé a llevarlo mejor, conocí a gente que ahora es importante, y de eso no me arrepiento en absoluto. Otra cosa destacable de mis últimos 12 meses, es que han sido los primeros que he pasado con Jordi fuera. Y no han sido lo mismo. Creo, que eso es evidente y no me gusta hablar de ello, así que, punto seguido y a por lo siguiente. Bueno, también han pasado cosas buenas este año. Cosas muy buenas. No solo vivo en un drama (gracias a Billie)(Esto, también tendré que explicarlo). He conocido a gente estupenda y  que durara en mi camino. Por lo menos, hasta que ya no pueda retener más a esas personas porque se considere secuestro. Y hasta el momento, la cárcel no es uno de mis planes para el futuro. También, he ido abriendo más caparazones de gente que ya conocía y me han encantado los interiores. Pensarlo, es asombroso como una persona que conoces desde hace relativamente pocas puestas de sol puede significar tanto para ti. Pero bueno, no quiero ponerme moñas ni daros la tabarra. Es más, ya no quiero nada más. Estoy muy bien como estoy, y eso me gusta. Ahora, con vuestro permiso, y sin el también, me voy a ver si el mundo sigue girando. Cambio y largo (De que me largo de aquí, digo).

1 comentario:

  1. Hola, bonito blog, me gustan las fotos de la derecha :) te sigo.
    Si quieres, échale un vistazo a mi blog :)
    Besos.

    ResponderEliminar