domingo, 23 de octubre de 2011

Dices que te hago daño, ¿es que no entiendes que te extraño a mi manera?

 "-¡Dinos que te pasa!
  -Estoy jodido, perdí la conciencia, y ahora ando siempre sumergido en montones de mierda.
  -No ha dormido bien el señorito..
  -¡Iros a la mierda!
  -..Que no se acostumbra a estar solito en esa cabeza. "

Buenos días. Estoy de vuelta. La verdad, que no con muchas ganas y no con poco retraso. Me prometí a mí misma en su día escribir algo antes de mis vacaciones y aquí me tenéis actualizando ya una semana después de mi regreso. Pero bueno, no estaba en vena. Y cuando algo no está en vena… (Los lectores de; “El guardián entre el centeno” me habréis entendido) La verdad, no ha habido mucho cambio por mi parte. Sigo siendo la misma chica que necesita ponerse de puntillas para coger cosas de las estanterías. Esta semana de vuelta a la vida normal ha sido un poco extraña la verdad; mi madre a estado entrando y saliendo de su estado hippie a sus anchas, he visto imágenes que me han revuelto el estómago y a la vez me han llenado de odio y de ganas de salir a pegar un par de tiros, también he visto otras que me han gustado en el momento y me he sentido orgullosa aunque después analizándolas no me han parecido tan correctas,  he tenido buenos recuerdos que han aparecido extrañamente en mi memoria y un par de sueños un tanto extraños… Podría seguir, pero es una tontería porque no os estoy dejando nada del todo claro. Y este juego del despiste no sirve más que para llenar un par de líneas absurdas mientras intento pensar algún tema convincente. O que me convenza a mí misma. Ya sabéis, para dar mi opinión o maldecir un rato. Que en muchas ocasiones es lo mismo. Vale… Sí… Estoy bloqueada. No tengo ni la menor idea de sobre que hablaros hoy. ¿Qué queréis que os diga? Parece que las cosas van bien y por lo tanto no necesito desahogarme con nada, ni usar temas absurdos entre los cuales esconder mis propios problemas. Pero lo prefiero. Ojala no sepa sobre que escribir durante mucho tiempo. Ahora, me voy. No tengo nada más que decir y encuentro estúpido intentar rebañando más palabras hasta hacer de esta entrada algo con más contenido.  Por cierto, ayer aprendí que una magdalena puede conseguir una sonrisa. Probarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario