sábado, 24 de septiembre de 2011

Si la vida es tanta hostia, ¿Por qué me miro las venas y la sangre se me amontona?

"Dicen que al mal tiempo buena cara, que después de la tormenta siempre llega la calma, pero que al fin y al cabo las cosas nunca cambian. Que todo lo que sube baja, pero que agua pasada no mueve molinos. También dicen que todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero que segundas partes nunca fueron buenas; que quien tiene boca se equivoca y que rectificar es de sabios. Que querer es poder y hace más quien quiere que quien puede, pero que quien todo lo quiere todo lo pierde, además que de donde no hay no se puede sacar. Que quien no arriesga no gana, que quien la sigue la consigue. Que no por mucho madrugar amanece más temprano, pero que a quien madruga Dios le ayuda. Que si te pica te rascas, que todo lo que escuece cura. Que no hay mas ciego que el que no quiere ver, que a palabras necias oídos sordos pero que a buen entendedor pocas palabras bastan. Que la confianza da asco. Y que quien no corre vuela, que ya se sabe que las apariencias engañan y que por supuesto que no es oro todo lo que reluce. Y mira que quieres que te diga si quien avisa no es traidor, que si te he visto no me acuerdo, y que a rey muerto rey puesto; que más vale sola que mal acompañada."

Llevaba esperando el fin de semana desde el lunes a las 8 y ahora. Tengo ganas incluso, de volver al instituto. Salí por ahí con todo mi empeño puesto en pasar una noche estupenda (Que ya tocaba). Y lo único que hice fue estar sentada en un banco esperando a que dejase de llover y mirando los coches que pasaban. Creo, que lo más destacable de toda la noche fue ver a un basurero hacer que nos disparaba con la mano cuando nosotras esperábamos al autobús y el pasaba en el camión. Imaginaros que noche. Bueno, por lo menos, por la tarde, conseguí comprarme un cartel de cine que quería. Bueno, me compré dos, no fui capaz de decidirme entre Pesadilla antes de Navidad y Eduardo Manostijeras. Aquí están los dos, a mi derecha, esperando tener un marco para ser colgados en cualquiera de las 4 paredes de mi minihogar.
Ahora que me acuerdo, esta mañana, cuando subía de Logroño, me ha pasado algo muy extraño. Una señora de unos 50 años estaba buscando sitio en el autobús para sentarse. Como había pocos, me he levantado para que se sentase ella. Pues al rato, cuando el autobús ya había vuelto a retomar su camino y yo estaba un poco ida mirando los posters enroscados que llevaba en la mano, me ha preguntado ¿Le pasa algo? Al principio, pensaba que le había entendido mal, y le he contestado ¿Cómo?  Pero efectivamente, volvió a repetir lo que yo había escuchado.  Entonces, dudando un poco al principio le he contestado, no, no me pasa nada, estoy bien. Y seguido, la mujer me ha sonreído como si estuviera satisfecha de que no estaría pasándolo mal por nada ni sufriendo y se ha vuelto a mirar para delante. Y ahí me he quedado yo, sonriendo sin saber por qué y pensando si es tan raro que alguien joven se levante para que alguien mayor se siente, o si simplemente, aquella mujer quería asegurarse de que solo estaba empanada y no dándole vueltas a algo en silencio. Quizá no sea nada de eso, y la mujer, se sentía en la obligación de preguntar por haberle decido mi sitio. No lo sé. Eso solo lo sabe ella. Pero yo me he quedado con una buena sensación. Va no sé, es raro de explicar. Estoy loca y punto. Adios.

2 comentarios:

  1. Olaaa me encanta tu blog te sigo un beso sige asi aqui te dejo el mio por si me quieres segir :$ :
    http://mifuturoasulado.blogspot.com/ gracias & sigeme porfavor !

    ResponderEliminar